Lástima que terminó




Se ha ido mi hija con su familia de regreso a su hogar. Ha vuelto la normalidad con la calma que produce la rutina que se adapta a tu modo de ser e intereses, a tu ritmo, pero con ellos se ha ido la piel suave y sonrosada de Isabel, sus primeros pasos y sus besos mojados; los abrazos mañaneros y sus balbuceos.... nada es completo ni perfecto en la tierra. Que rico fue haber compartido unos días con ellos y yo los agradezco y atesoro.

2 navegantes han recalado y opinado:

ARCENDO dijo...

Guarda en tu corazón esos recuerdos tan bonitos, seguro que volverán a repetirse, aquí o allá, que más da, el cariño no se pierde, ni se destruye, solo se prolonga. Besos.

zocadiz dijo...

atesora todos estos momentos y recuerdos.
algún día esos momentos serán eternos.
;)