Cuando era chica y vivíamos en el campo, mi madre oía durante un rato muy corto algún programa de radio que se oía chicharriento y cortado porque se iba la onda. Tampoco ayudaba el sonido del motor de gasolina que hacía funcionar las luces, pero era lo que había. ¿Un concierto? era encontrar una flor en un pantano, pero lo intentaba.
Cuál no será su felicidad ahora que se ha ido a vivir al sur, cerca de Talca, el tener una radio que trasmite todo el día música culta, ya sea clásicos o jazz y es tan buena como la mejor de Berlín, salvo por la pronunciación de los autores e intérpretes que hacen los locutores; se nota que no están muy acostumbrados a oir sus extraños apellidos, pero pase, sólo es un lunarcito en un espejo de cristal.
Ahora, lo mejor es que también yo puedo oír lo que mi madre sintoniza casi todo el día. Está la señal on line y la encuentran acá: Radio de laUniversidad de Talca- Clásica
1 navegantes han recalado y opinado:
Este blog no me manda los comentarios. Estoy reintentando el asunto, para no quedar mal con los que se acerquen acá. Este comment es un aprueba
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